Al mismo tiempo que las pintadas de Nueva York viajaban por toda la ciudad, el fenómeno del graffiti se extendía por todo Estados Unidos y llegaba casi a todas las ciudades. Pronto, los trenes se convertían también en un objetivo en Europa. Por la misma época, se celebraban las primeras exposiciones en Amsterdam y Amberes. Los graffiti empezaron a aparecer prácticamente en todas las ciudades europeas desde principios de la década de 1980, aunque en Amsterdam y Madrid se había alentado un movimiento del graffiti más temprano, que tenía sus raíces en el punk.
El graffiti tiene dos vertientes: una vertiente "legal", en la que artistas del spray son capaces de hacer cuadros y murales de gran espectacularidad y técnica, y su vertiente ilegal, en la que todo vale: metro, tren, carteles, paredes en la calle, etc. en la que no es cuestión de hacer grandes y espectaculares piezas en muros, sino pintar en los lugares más difíciles, las piezas más grandes y donde más se vean. El graffiti actualmente abarca desde grandes murales de muchos colores que son verdaderas obras de arte a pintadas de unos pocos minutos en el metro de cualquier ciudad.
Las letras solían predominar en el graffiti, pero hoy en día la cultura se ha ampliado: se exploran nuevas formas y han comenzado a proliferar personajes , símbolos y abstracciones. Durante los últimos años , los artistas del graffiti han utilizado un abanico expresivo más amplio. La mayoría de los artistas se han liberado de la dependencia exclusiva del bote de spray.
El graffiti ha evolucionado más y más creando un verdadero movimiento underground extendido por todo el mundo.
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